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Aumentar la facturación: 6 indicadores que debes medir

Aumentar la facturación es la una preocupación constante en cualquier negocio, hablemos de ello. No existe la fórmula perfecta del éxito, no hay milagros, pero sí unas rutinas que es recomendable que sigas y unos indicadores que deberías medir si quieres que tu negocio se afiance y aumente las ventas.

En Flowsme consideramos que hay al menos seis indicadores que debes medir si quieres aumentar la facturación de tu negocio.

1. Flujo de caja equilibrado

O lo que es lo mismo, facturar con frecuencia y controlar los costes. Que la entrada de dinero sea lo suficientemente constante como para poder invertir, de forma equilibrada, en la mejora de nuestro negocio y conseguir, como consecuencia, aumentar la facturación.

Y para mantener un flujo de caja equilibrado es importante hacer un seguimiento de todos los aspectos del negocio. Porque  si el crecimiento es constante podremos crear un patrón comercial predecible, es decir, podremos planificar el futuro más próximo de nuestro negocio sin hacer ningún tipo de magia, porque al final vender tiene más de metodología que de arte.

Dentro de la implantación de una metodología en la empresa es esencial contar con una herramienta de facturación eficiente y accesible. En esencia, contar con un programa de gestión donde almacenar información, que ordene facturas y gestione gastos desde cualquier lugar en el que te encuentres. Eso, querido emprendedor, es un programa de gestión en la nube.

2. Medir el Ciclo de Venta

Sé realista y anota rigurosamente cuánto tiempo tardas en cerrar una venta, desde que abres el proceso hasta que consigues la aceptación del cliente. Sé objetivo con este dato, porque enfrentarte a él hará que madures como emprendedor y que tu negocio lo haga contigo. Piensa que el tiempo es dinero. Si tardas mucho en cerrar una venta puede ser porque algo falla en tu empresa y si no lo solucionas pronto, se puede convertir en un verdadero problema para la supervivencia de tu negocio.

Para aumentar la facturación de tu negocio es importante que te preguntes y midas objetivamente si eres capaz de controlar bien el ciclo de venta de tu producto o servicio. Te ayudamos con algunas preguntas que debes responderte:

– Cuánto tiempo tardas en atender a un cliente ¿esa atención se traduce después en una venta? ¿no? ¿por qué (en ambos casos)?

– Cuánto tiempo tardas en cerrar una venta ¿si tardas más es por ti o por la actitud del cliente? ¿hay algo que haga vacilar al cliente en el proceso de compra? Imagina que tus clientes compran con relativa alegría y rapidez ¿te has preguntado por qué? ¿lo sabes? anótalo, quizá sea un dato interesante para épocas futuras, cuando caigan las ventas (si es que lo hacen alguna vez)

– Cuánto tiempo tardas en producir el pedido del cliente ¿cuánto tiempo después se le entrega al cliente? ¿está satisfecho el cliente con el tiempo de espera?

Y lo más importante ¿dónde apuntas todos estos datos? Un CRM en la nube es lo más recomendable. Se trata de un programa de gestión comercial que permite organizar la información de los clientes y la relación que nuestra empresa teje con ellos.

3. Satisfacción del cliente

Todo se puede medir y todo se debe medir, también el nivel de satisfacción de tu cliente. De hecho, es uno de los indicadores que más claves te dará a la hora de valorar la calidad del servicio que das a tus clientes a través de tu negocio.

Pregúntate de qué elementos está compuesta la satisfacción de tus clientes. Sólo sabiendo los ingredientes que la conforman podrás encontrar la fórmula perfecta para que el 99% de las ocasiones en que interactúen contigo y con tu negocio queden contentos. Habrás encontrado también la fórmula perfecta para que vuelvan siempre a tí, incluso después de que hayan probado a alguno de tus competidores.

¡Ah! y no olvides otro factor… te recomendarán a sus amigos y conocidos, y el boca-oreja es la estrategia de marketing más antigua y más efectiva de la historia de los negocios.

4. Coste de la Venta

Antes hemos hablado del coste en tiempo, y ahora te hablamos del coste en dinero de producir lo que vendes y de vender propiamente.

Para valorar este indicador también tienes que ser muy sincero contigo mismo, porque mentirte te llevará a perder dinero. Todos los empresarios con experiencia saben qué operaciones no les convienen, y tú como emprendedor has de estar preparado para localizar estas situaciones cuando las vivas por primera vez.

Te ponemos un ejemplo: imagina que tienes una tienda de ropa y llega el periodo de rebajas. Decides poner descuentos de hasta el 60%.  Arrasas y lo vendes todo durante el primer mes. Estás satisfecho, has sacado adelante toda la colección y ya estás preparado para recibir la nueva. ¡Bien! Sólo un PERO… párate a pensar cuánto te ha costado la operación:

– Cuánto has ganado.

– ¿Has recuperado lo invertido durante la temporada?

– ¿Tienes suficiente para invertir en la siguiente colección, pagar el alquiler del local, a tus trabajadores y ponerte tu propio sueldo? ¿Si? ¿No? Anótalo. Las respuestas te darán las claves del coste de la operación realizada.

Con esta reflexión ya hecha, pregúntate si te gustaría tener controlado en tiempo real la rentabilidad de tus ventas. Saber qué ganas en cada operación y controlar que no pierdes dinero al aumentar tu facturación.

5. Precio de tu producto

Constantemente debes preguntarte si el precio de tu producto o servicio es el adecuado. Si el mercado cambia, tus clientes cambian y tu empresa cambia… ¿porqué no debe hacerlo el precio de tu producto?

¿Has tratado alguna vez de comparar el precio de tus productos? ¿Son caros o son baratos con respecto a tu competencia? ¿Crees que tienes margen para aplicar descuentos agresivos? Si cuentas con varios productos o servicios ¿tienes identificados los que más margen comercial tienen? ¿Tu y tus vendedores sabéis qué conviene ofertar en cada momento y a qué productos podéis aplicar descuentos para cerrar una buena venta?

Cuando pienses en Precio del producto, ten siempre los costes a mano: tu producto puede ser barato o caro, pero siempre debe ser rentable.

6. El coste de tus proveedores

Aunque hablamos de aumentar la facturación, siempre ten muy en cuenta quién te sirve tu producto, cómo te lo sirve, a qué precio y con qué calidad. Más facturación implica más clientes o bien clientes más importantes, así que cuídalos con productos de calidad.

No recomendamos que estés en constante estado de búsqueda de nuevos proveedores, pero sí que establezcas rutinas que te permitan analizar tus proveedores y posibles nuevos suministradores de forma general.

Tu objetivo es tener tu producto con la mayor calidad y al mejor precio, porque entonces también tú se lo podrás ofrecer a tus clientes.

En resumen, hemos hablado de precio del producto, coste de la venta, del tiempo dedicado y de la satisfacción del cliente. Piensa ahora si gestionar toda esta información y medir estos indicadores no sería mejor hacerlo con un programa de facturación en la nube que además te permita planificar tu estrategia y aumentar tu facturación.

Piénsalo.